Después de un inicio deslumbrante de la Unión Deportiva en las primeras jornadas y la motivación del grupo por el juego desplegado y las ilusiones creadas tocaba hacer nuestro primer desplazamiento de la temporada.
Hasta una semana antes no pudimos sacarnos los pasajes por que siempre estamos pendientes de los horarios de la LFP, y su política de no anunciarlo antes para así poder planear mejor y reducir costos.
Como siempre un viaje escalonado por las dificultades geográficas, siendo el sábado por la mañana cuando el grueso del grupo se desplazo. Desde muy temprano fuimos quedando en el aeropuerto de Gran Canaria para organizarnos y distribuir a los miembros en los diferentes coches alquilados durante la semana.
Sin ningún retraso partido puntualmente desde Gran Canaria hacia Madrid, donde llegaríamos rozando la hora de almorzar, sin tiempo nos dirigimos hasta la agencia de coches para retirar los vehículos y seguir rumbo a Valladolid.
Entre una cosa y otra, por diferentes motivos partimos desde Barajas sobre las 3 de la tarde, con este retraso decidimos parar en el primer sitio decente que encontráramos. Así, nos vimos obligados a parar nada mas salir de Madrid, almorzando en un centro comercial con la M mágica de referencia.
Ya muy avanzada la tarde y casi anocheciendo llegamos a la capital vallisoletana, donde cada grupo se dirigió a su respectivo lugar. Una vez repuestas las fuerzas y después de comer algo muchos miembros empezamos la noche bebiendo en la habitación, mientras los más jóvenes estaban por la zona tomando copas en plena calle.
Sobre las once de la noche ya nos encontrábamos todos reunidos para seguir bebiendo y partir hasta las zonas de ocio, todas las referencias de la gente pucelana nos llevaban hasta una zona de copas conocida como San Martín, donde estaba concentrada la mayoría de pubs.
Noche muy larga para algunos y muchas anécdotas para contar, pero eso será en nuestra biografía particular. Al día siguiente habíamos quedado en la parte centro de la ciudad, para dirigirnos todos a dar ánimos a los nuestros a su hotel de concentración, el NH Bálago, muy cerca del terreno de juego vallisoletano.
Desde allí nos dirigimos al Estadio Nuevo Zorrilla, dejando los coches en un centro comercial cercano al mismo, nos extraño ver tan poco ambiente futbolero quedando apenas una hora y media por los alrededores del mismo, y es que el estadio estaba desierto hasta poco del pitido inicial.
Hacemos hincapié en la manera de tocar los cojones por parte del club pucelano y de la policía con muchas pegas para todo, dándonos el coñazo durante unos 20 minutos. Aun así pudimos colocar nuestras pancartas y recibir al equipo con un buen bufandeo entre banderas y bufandas. Animación muy buena durante los primeros minutos, donde los cánticos retumbaban en las paredes del Nuevo Zorrilla gracias al eco de techo.
Poco a poco los ánimos fueron decayendo por el resultado, las decisiones del trío colegial por llamarlo de una manera educada y el cansancio acumulado del viaje. Nada más terminar el encuentro vuelta hacia Madrid parando en la misma zona de la ida para comer. Una vez llegamos a baraja, sin nada para facturar y dejando los respetivos coches en sus zonas entramos para poder descansar antes de regresar hasta nuestra querida isla.
Ya saben todos, Peaje 10 euros y para todo lo demás la tarjeta de …….
La Directiva del Grupo Ultra Naciente 1985