Como bien dice la canción; Sevilla tiene un color especial, y lo pudimos comprobar la veintena de ultras que nos desplazamos hasta las tierras hispalenses. Desde el viernes tarde fueron llegando los primeros UN´s a la capital desde distintos puntos de la geografía (Barna., Jaén, Madrid) más algunos miembros desde la isla de Tamaran.
El sábado por la mañana nos desplazamos el grueso del grupo en el avión de Vueling de las 9:10, con la sorpresa de compartir avión con el club, donde viajaban tantos jugadores, cuerpo técnico y directiva del club.
Nuestra llegada hasta Sevilla fue puntual, como un reloj suizo llegábamos sobre la hora indicada de las 12:10 de la tarde, con algún contratiempo con alguna maleta facturada que no llego en nuestro vuelo y tuvimos que reclamar. La sorpresa fue ver a Melo y compañía esperándonos en la misma puerta de salida del aeropuerto, eso sí, sin haber dormido nada de la noche anterior.
Pues ya pisando la salida tocaba foto para recordar nuestro viaje con la nueva pancarta con el logo del grupo estrenada en este viaje. Una vez sacada la foto de rigor en todos los viajes cogemos la guagua que nos desplazaría hasta el mismo centro de Sevilla. Un trayecto muy cortó debido a la cercanía del aeropuerto con la ciudad.
Nada más dejar las cosas sobre la cama, nos dirigimos hacer un poco de turismo nacional por aquellas tierras, tapas y copas, el recepcionista nos indica un lugar muy céntrico donde se reúnen todos los jóvenes para beber allí. Pues con sus indicaciones nos movemos hacia la plaza de Salvador donde nos pasamos unas buenas horas degustando las cañas y sus tapas.
Casi de noche y muchos nos retiramos hacia el hostal haciendo la típica visita a lo más atractivo de las ciudades, su zona antigua, así que visitamos la Giralda, Catedral, Plaza de España, Torre del Oro, etc. Todos teníamos claro que ese finde era futbolero a más no poder y nos dirigimos hacia el Sánchez Pizjuan para ver el Sevilla – Málaga, joder como rememoramos momentos en el viejo insular viendo el ambiente previo en las calles y el olor a futbol que se respiraba por todos lados.
Después del partido pues se hicieron varios grupos dependiendo de las preferencias de la gente, la mayoría decidimos irnos hasta la alameda de Hércules para irnos de coperio por sus pubs y bares, terminando la noche en un local medio raro llamado Jackson.
Algunos sin dormir nada, vamos hacia el hotel NH Plaza de Armas a recoger las pocas invitaciones que nos ha podido conseguir el club. Ya con las pocas entradas en el bolsillo regresamos al hostal para quedar con todos los demás. Algunos todavía seguían de fiesta por algunos after-hour de la ciudad.
El lugar de encuentro fue un bar situado enfrente de la torre del Oro, donde poco a poco fueron llegando todos los miembros que se encontraban desperdigados por la ciudad. Allí estuvimos un rato tomando algunas cervezas, alguna con algún olor medio raro y sabor, eh Mario.
Con poco más de dos horas por delante nos pusimos rumbo desde la Torre del Oro hacia el Estadio Ruiz de Lopera bajando por el paseo de las delicias para seguir por el paseo de las palmeras hasta el mismo fondo donde ubican a los aficionados visitantes la mayoría de la gente mientras que algunos se acercaron con sus coches alquilados.
Durante el trayecto de más de media hora a pie vemos que se acerca la guagua con los jugadores del equipo amarillo, que son recibidos por bufandas y gritos por los locos allí presentes a nuestro paso
Ya situados en el estadio, compramos las entradas al precio de 30 euros para el sector visitante. Demasiado caro para la categoría que estamos y que sigamos pagando como burros esta barbaridad porque nuestra liga es la peor del mundo en ese aspecto.
Desde el tercer graderío se hizo todo lo posible después de un finde loco, algunos canticos sonaron a ras de césped del Villamarin (A Por Ellos, el Himno y algún Las Palmas, Las Palmas).
Con el partido finalizado y una nueva derrota, nos pusimos rumbo cada uno a los suyo, algunos regresaban de noche mientras otros los hacían a primera hora del día. Los que aguantábamos hasta el mismo lunes o después nos fuimos a un bar cercano para ver el Barca – Madrid y así terminar un buen fin de semana futbolero.