Últimamente parece que existe un maleficio sobre el Gran Canaria, ya son varios los meses donde el conjunto canario no logra ganar y sobre todo hacer un buen partido, esta vez nos visitaba la U.D. Salamanca con idéntica necesidad, pues lleva mas de ocho partidos sin conseguir la victoria.
El ambiente en las inmediaciones del recinto de 7 palmas era desolador, lo que presagiaba una muy mala entrada para el partido, con el tiempo casi cumplido entramos en el estadio, incluso el equipo ya se encontraba en vestuarios cuando llegamos a nuestro zona.
Para este partido habíamos preparado un tifo muy currado durante varios días en las ultimas semanas, pero al final se decidió dejarlo para un partido donde hubiera mas ambiente de fútbol.
No sabríamos como definir la situación actual del equipo, cuyo resultado esta repercutiendo negativamente en el grupo y en el resto de la afición gran canaria.
Poco valientes son los jugadores que besan el escudo y hablan de compromiso delante de cualquier medio informativo o para quedar bien de cara a la galería, cuando realmente son unos mercenarios y no merecen ni siquiera enfundarse la casaca amarilla que defendieron con honor míticos jugadores.
Y cada día esta mas claro, que algo pasa en las entrañas del club, donde los jugadores hacen y deshacen lo que quieren y se cargan entrenadores a su antojo, cuando realmente ellos son los culpables de todo y deberían irse muy, pero que muy lejos de aquí.
Ya entrando en lo referente a nuestra grada, poquísimo ambiente, donde la indiferencia ha caracterizado los últimos partidos en el Gran Canaria, donde nos debatimos entre animar o dejar de hacerlo, menos mal que nosotros seguimos, defendemos y amamos un escudo que esta por encima de cualquier jugador.
Solo destacar la pancarta en homenaje a Luis Molowny sacada durante el minuto de silencio que se guardo de manera sepulcral por todo el publico asistente en esta tarde fría y desoladora.